Avanti fue una experiencia maravillosa, principalmente por ver a esos jóvenes que tienen hambre por hacer teatro, que aman profundamente lo que están haciendo y quieren comunicar. Fue imposible no verme reflejada y emocionada, al punto de recordar mi paso por el colegio en un taller de teatro y que aún permanezca esa llama, esa elección que escogí para hacer toda mi vida y que comenzó ahí. Por otra parte, ver la cantidad de jóvenes que tiene deseos de hacer teatro, por sobre todo en un país que se sigue privilegiando el desarrollo de las ciencias y las matemáticas. El teatro es un lugar precioso de encuentro, reflexión, imaginación, de sensibilidad, va mucho más allá de ver a un actor simplemente arriba de un escenario, tiene que ver con encontarnos a nosotros mismos, y este tipo de instancias, como Avanti, lo logra y potencia. Uno se de da cuenta de que hay jóvenes que tienen un discurso claro, que quieren comunicarnos sus motivaciones e inquietudes y este encuentro hace que haya una vitrina para mostrarlos, para que se unan y generen diálogos. Estoy maravillada por conectarme con esos niños que se acercaban a preguntar y querer saber más sobre está disciplina. Gracias a los profesores por su entrega y traspasar a sus alumnos el amor por el teatro. Gracias Avanti por existir y dar oportunidad a esos jóvenes”.